Una prueba técnica con un carpintero colombiano como protagonista
Por Gustavo Garcés Villa – Yokors / GarcesV
Introducción
En fotografía de naturaleza, cada detalle cuenta: plumas, mirada, textura del tronco. Para quienes buscan capturar aves en condiciones reales, elegir el lente adecuado no es solo una cuestión de alcance, sino de equilibrio entre nitidez, peso, velocidad y condiciones de disparo. Aquí presento una prueba comparativa entre tres configuraciones reales, usando mi Nikon D780 a pulso y con un sujeto real a 12 metros: un carpintero en plena actividad.
Configuraciones comparadas
1. Nikon 70–200 mm a 200 mm
– ISO 5000 | f/8 | 1/1250
2. Nikon 70–200 mm + TC 1.4x (340 mm)
– ISO 5000 | f/8 | 1/1250
3. Tamron 150–600 mm a 600 mm
– ISO 5000 | f/8 | 1/1000
Todas las tomas fueron hechas a pulso desde aproximadamente 12 metros.
Análisis técnico
Configuración | Detalle / Nitidez | Ruido | Enfoque | Comentario |
200 mm | Buen detalle general, pero sujeto pequeño en cuadro | Manejable | Rápido y preciso | Ligero y rápido, pero corto para aves lejanas |
340 mm | Mejor acercamiento, buena definición en plumaje | Leve aumento de ruido | Un poco más lento por el TC | Buen compromiso entre peso, alcance y calidad |
600 mm | Excelente cercanía, detalles de ojo y plumas | Más visible el ruido | Más lento, más pesado | La mejor imagen, pero exige técnica y pulso firme |
Resultado visual
- 200 mm

- 340 mm

- 600 mm

Conclusión
Si bien el 600 mm ofrece la imagen más impactante, no es la solución para todo. En campo, la agilidad y el peso importan tanto como la calidad. El 340 mm con TC se muestra como una excelente opción intermedia, y el 200 mm, aunque limitado en alcance, es más versátil y rápido.
Para quienes hacemos fotografía de aves, no hay una sola respuesta correcta. Lo esencial es conocer las fortalezas de tu equipo y adaptarlo a tu estilo y condiciones.